domingo, 27 de enero de 2013

INJERTO DE CORONA EN OLIVO DE 8 AÑOS

No entiendo la fama que ha adquirido la variedad arbequina de olivo, le veo pocas ventajas y si muchos inconvenientes:

- Como ventajas podría destacar su precoz entrada en producción y que, por su porte, admite marcos de plantación espesos y en setos, apropiados para recolección mecanizada (esta última no nos afecta a pequeños productores que no disponemos de esa maquinaria).

- Como inconveniente principal el pequeño tamaño y dificultad de recolección del fruto, también la debilidad de la planta que no tolera bien los roces en tronco y ramas, además, al ser un fruto tan pequeño, es muy apetecible por los pájaros y tiene una maduración demasiado progresiva que hace que mientras hay frutos verdes en el árbol también muchos maduros que van cayendo al suelo o son pasto de los estorninos. Pero, por desmentir bondades que se le atribuyen, diría que no tiene mayor rendimiento graso que otras variedades, ni da más kilos de fruto, ni su aceite es tan bueno como dicen, más bien todo lo contrario. Esta variedad da un aceite poco consistente, que no aguanta bien las frituras, con sabores demasiado herbáceos en crudo y de poco tiempo de conservación (no mucho más de un año).

En fin, todos conocemos los efectos de la propaganda y las modas pasajeras y a algunos interesados este detalle no se le ha pasado por alto. 

Total que tenía 20 y he desmochado 16, los otros 4 los he indultado porque quedan al lado de la piscina y no me interesa que tenga demasiado porte.




Tenía decidido injertar los desmochados con otra variedad (hojiblanca, muchísimo mejor), aún a riesgo de que el invento no salga bien por la diferencia de vigor entre las variedades pero es que son olivos de ocho años y me daba lástima no aprovechar ese tronco y raices. 

Así que me puse manos a la obra cortando los troncos con serrucho a una altura de 1,20 mts. aproximadamente y por un lugar recto y sin cicatrices. Después repasé el borde con la navaja para eliminar irregularidades.



Seguidamente seleccioné las estaquillas, 4 por tronco, y les practiqué el bisel por ambos lados dejando unas 4 yemas a cada una. Con la navaja se abre un poco entre la corteza y la madera para facilitar la entrada de las estaquillas sin que sufran daños en la punta de lanza que impidan la conexión entre ambos cambiums.


Una vez introducidas todas las estaquillas se rodea el tronco con rafia apretando fuerte para evitar que se raje la corteza o que se desprendan las estaquillas.

Finalmente se impregna todo con mastik o pasta de injertar para impedir la deshidratación de los cortes y la entrada de agua, hongos o bacterias. También he colocado una bolsa sujeta con cinta aislante para evitar la deshidratación de las estaquillas en tanto no se produzca la soldadura y la circulación de la savia entre el patrón y la variedad, también evitan que los pájaros se posen sobre las estaquillas. Esta bolsa la quitaré en 20 o 30 días cuando haya observado que las yemas se han convertido en pequeños brotes.