Pues ya he empezado a podar, primero los cerezos que han detenido hace tiempo su desarrollo vegetativo y empiezan a tirar hojas.
A mi me gusta podar los cerezos con algo de sabia ya que cicatrizan mejor las heridas de los cortes de poda. Intento no cortar ramas gruesas porque el árbol sufre bastante. Me limito a aclarar los centros y los bajos para que entre la luz y el aire. También elimino los chupones del verano.
En esta época el cerezo ya tiene perfectamente formadas las yemas de flor. Conviene no quitar los ramilletes de mayo que son unas ramitas muy cortas y llenas de botones florales. Ahora sólo falta esperar que durante el invierno haya suficientes horas-frío para que hagan un buen cuaje.
Con este cerezo, más joven, he sido algo más cruel ya que he tenido que hacer una reconducción y eliminar dos ramas que florecían más tarde, por ser de otra variedad, y no fructificaban.
Una buena poda del cerezo es compleja y los expertos aconsejan realizarla siempre en periodo vegetativo. Para la formación del árbol, en dos veces: inicio de la brotación e inicio de la primavera, pinzando las ramas inútiles que no nos interesan; y para la fructificación en otoño.
Ya de paso, el limonero ha pillado una buena tala. Esto le servirá para despejar el interior del árbol, hacer un aclareo de fruto y propiciar el engorde de los que quedan.
Este aclareo de ramas elimina mucha protección para las plagas y deja al descubierto de la lluvia la cochinilla acanalada y el piojo rojo de california.
La poda de los cítricos no es nada delicada y yo la realizo cuando se me antoja. Principalmente hay que tener en cuenta que fructifican en ramas jóvenes y conviene ir eliminando chupones verticales y ramaje viejo. Por lo demás, sólo tener en cuenta la forma que deseamos y la facilidad de acceso al árbol.