viernes, 22 de enero de 2016

PINTURA CONTRA EL ENGOMADO


He decidido que este año toca repasar los troncos de los frutales afectados de goma. 

Realmente no sé cual es la causa del engomado, supongo que para cada árbol habrá una distinta (poda demasiado severa, nutrición descompensada o simplemente la acción de algún hongo subterráneo). Lo que sí he aprendido con los años es cómo convivir con ella y paliarla en gran medida.

El tronco de la foto de la izquierda, que pertenece a un cerezo que ya fué tratado hace unos años, vuelve a presentar exudaciones gomosas.




Como se ve en esta otra foto, procedo a limpiar y sanear la goma en lo posible sin perjudicar demasiado la corteza del árbol. Para ello utilizo un hacha bien afilada. 











Seguidamente preparo la pintura con los siguientes ingredientes: pintura blanca al agua (la de las paredes de las casas), agua, oxicloruro de cobre y Aliette. No puedo dar dosis exactas, todo ello un poco a discreción. Yo intento que quede con una textura parecida a la de la pintura, o incluso algo más líquida, para poder aplicarla fácilmente sobre los troncos con una brocha. 

El oxicloruro de cobre facilita la cicatrización de las heridas producidas con el hacha y previene de la entrada de bacterias; el Aliette es un fungicida que cura diversos hongos. La única función de la pintura es fijar los productos al tronco y evitar una excesiva insolación en árboles caducifolios enfermos.

  








Este es el aspecto final .


















 La experiencia me dice que, aunque este método no subsana las causas que provocan la gomosis, sí contribuye a alargar la vida de los árboles enfermos. Los cerezos de las fotos de arriba son un ejemplo pero este almendro que estuvo a punto de secarse es el más convincente. En los detalles, sobre todo agrandando la imágen, se puede observar como las heridas han cicatrizado, ha dejado de exumar goma y la corteza de ha regenerado. Eso no implica que algún año de estos no vuelva a aparecer el problema ....