jueves, 9 de junio de 2011

INJERTO DE YEMA VERDE EN ESCUDETE

Tenía un naranjo tocado de la raiz debido a labores inadecuadas y he decidido injertarlo de mandarino y así aumento la cosecha de éstas y propicio que el árbol pueda regenerarse y reestructurarse poco a poco.

Para ello, dejé que crecieran un par de tallos que emergieron del tronco principal. Ahora tienen el grosor adecuado para un injerto de parche en escudete. Previamente, he seleccionado una ramas de un año del mandarino que quiero propagar.

Este tipo de injerto en naranjo se puede realizar durante toda la primavera y el verano, siempre que se disponga de ramas de tamaño adecuado.

La técnica consiste en cortar, como se ve en la foto, una yema a lo largo, con aproximadamente dos o tres centímetros de longitud, y seguidamente despegar la parte leñosa dejando sólo la corteza verde.




El injerto se debe de colocar en ramas con verde que aún no hayan lignificado.

Se procede a  efectuar un corte horizontal y otro vertical (en forma de cruz) en la corteza verde de la rama. Se levanta, con cuidado, la corteza y se introduce el escudete previamente preparado.





Seguidamente se aplica la cinta adhesiva aislante procurando que el escudete quede bien pegado al cambium de la rama receptora.

Evidentemente, es obvio que se debe de dejar fuera la yema de ha de brotar. A mí me gusta dejar también el pedúnculo de la hoja para observar mejor la yema y la evolución del injerto.

En este caso he puesto dos parches para asegurar algo más el éxito, es una de las ventajas de este método, se pueden poner todos los injertos que quepan en una sóla rama.

 Finalmente he procedido a eliminar el resto de la masa vegetal del naranjo dejando sólo una pequeña rama original por si fracasaran los injertos efectuados. Como el árbol tiene un sistema radical bastante desarrollado para la vegetación que tiene que alimentar, esa pequeña rama no supondrá competencia con los injertos y si propiciará la circulación de sabia en ambas direcciones.

Al cortar la parte antigüa del naranjo he dejado una distancia prudencial al tallo injertado para evitar que la seca de cicatrización pueda afectarlo y también sirve para sujetar el tutor que a su vez servirá de sujección a los nuevos tallos.

1 comentario:

  1. ¡Qué bien te explicas! Solo con leerte me dan ganas esta tarde de injertar algo, lo que sea. Humm... ya se, voy a intentarlo con un aguacate.

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