lunes, 21 de noviembre de 2016

DE DONDE VENIMOS ...

Cuando, allá por el año 1999, contraté una mixta retroexcavadora para preparar el terreno donde, a posteriori, sembraría la viña no tenía ni la más remota idea de que hoy escribiría sobre esto ..., y mucho menos que algún día me podría sentir arrepentido de arrancarlo. Hoy hubiese hecho lo imposible por conservarlo.

Entre las dos imégenes han pasado ya más de 16 años y algunos cortes de motosierra. ¿Pero cuantos habrán pasado desde que se plantó ese almendro?.

A mí me resultó casi imposible contar los aros correspondientes a cada primavera pero, por lo que pude ver, aproximadamente 100.

Años después de hacerme con la propiedad de la finca, tras recopilar documentación familiar y registral, pude averiguar que por aquella época aparecía como titular registral de la finca y primera inscribiente (1913), dña. Trinidad Sánchez Carreño, persona de la que primero no tenía conocimiento y que después descubrí que era mi tatarabuela. Ya nadie se acuerda de ella, ni de lo que esa mujer pudo vivir, sufrir y padecer. Pero, lo cierto es que aún conserva la finca, que ella adquirió y cultivó, un descendiente suyo. 

Con todas las penurias de principios del siglo XX, Trinidad pudo criar cuatro hijos, 2 varones y dos mujeres. Uno acabó en Francia, otro en Oviedo y las dos mujeres en Barcelona. Una de esas mujeres fué Dolores Nadal Sánchez, mi bisabuela. Consiguió la titulación de maestra de escuela y ejerció, durante algunos años, antes de la guerra civil española, en la escuela de Celín. Murió anciana, junto a algunos de sus hijos, en Barcelona donde emigró, antes de la guerra, con su marido Bernardo Pastor Villegas. 

Mi bisabuela Dolores tuvo cuatro hijos, uno de ellos mi abuelo Bernardo Pastor Nadal, conocido en Celín, como Canalejas. A éste sí tuve el gusto de conocerlo, buena persona donde las hubiera y amante de su familia. Mi abuelo también emigró a Barcelona durante la época de la II República, junto a sus padres y hermanos, pero muy pronto se dió cuenta que aquel ambiente de fábricas, industrias y conflictos políticos callejeros no era lo suyo. Yo pienso que eso, junto con una postal que recibiría por aquellos años (de la que conservo copia enmarcada y colgada de una pared del cortijo) de su "fiel amiga" Dolores Espinosa Villegas y a posteriori mi abuela, le hizo reflexionar y tomar la decisión de volver a su tierra natal, dejando en tierras catalanas a toda su familia para cultivar la finca y dedicarse a la ganadería. Nada más llegar se casaron y pocos meses después comenzó la trágica guerra civil española que frustró los sueños de tanta gente. Quizá gracias a esa postal existen mis hijos .... quien sabe.

Cuatro cadenas de la motosierra tuve que afilar para poder realizar los cortes completos ...
Ahí se puede comparar con una de las higueras que se sembraron cuando se arrancó el almendro. 





















Acabada la guerra, mi abuelo,  que por supuesto luchó en el bando perdedor, pudo volver con su mujer e hijo para seguir criando y formando su familia. Un hombre valiente, que no dudó en "echarse al camino con un burro negro" para dedicarse al "estraperlo" de la alpujarra y comarca de Guadix y poder dar de comer a su familia mientras conseguía juntar un rebaño de ovejas y hacerse con la finca de su familia. En este punto quiero hacer un apartado para homenajear a un gran hombre, Escobar el panadero de Celín y sin embargo ni siquiera conozco su nombre. 

Calculo que fué en el año 1945, en visperas del nacimiento de la última de mis tías, cuando en una de esas etapas del camino, con el burro cargado de mercancía, al amanecer, marchando por la rambla del boquerón de Berja y dando vistas al llano del aljibe de la cruz, muy cerca del destino, mi abuelo fué detenido y denunciado por una pareja de la Guardia Civil, con toda la legalidad del mundo puesto que las normas eran las que eran (justas o injustas) y le impusieron una multa de 1000 pesetas ( ¿os podéis hacer una idea de lo que era esa cantidad en el 45?, yo supongo que mucho más de lo que costaba la casa donde vivía de alquiler), a parte de confiscarle toda la carga de alimentos. Según cuentan, mi abuelo lejos de amilanarse, pidió ayuda al panadero de Celín, Escobar, quien no dudó en prestarle la cantidad para pagar la multa con la condición de devolverlas según fuese pudiendo. Sólo una excelente persona es capaz de hacer eso ...

A partir de aquellos años fué cuando mi abuelo empezó a comprar a sus tíos y hermanos las partes proporcionales de la finca a que tenían derecho por herencia, a pesar de todas las penurias de la posguerra. También compró, a un tercero, una pequeña finca colindante que hoy forma parte del total. Sin embargo, no pudo comprar la parte de su tío Eloy, residente en Oviedo. De eso ya me encargué yo y precisamente este almendro de las imágenes pertenecía a la porción de finca propiedad del susodicho. Yo adquirí esa parte, por contrato con sus hijos, así como las partes de mis tres tíos/as, hermanos/as de mi madre. Josefa Pastor Espinosa, mi madre, tuvo a bien donarme su parte, bajo la promesa de que yo cuidaría y pondría en valor la finca mientras pudiera. Le estoy muy agradecido.

Eso es, aproximadamente, una tercera parte del tronco que pesaba alrededor de 300 kgs. Lo pude calcular, sin pesarlo, porque sé lo que el tractor puede levantar de peso sin ponerse pino y con este trozo estaba en el límite.
El trozo que sale de las pinzas del tractor, al contrario de lo que pueda parecer, no es parte de una rama aérea del almendro sino parte de la raiz.





















Ahí se ven juntas las dos partes más grandes que me ha dado lástima despedazar para la chimenea.


















Este es el único ejemplar que conservo vivo de aquella época, intentando recuperarlo.




Trinidad Sánchez Carreño fué la primera y, sin embargo, ya nadie sabe quien es ....

miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL ESTANQUE

Pues eso ....,  un estanque .... 
Elegí un lugar despejado y con una base de lastra natural del terreno.



Construí los muros de piedras, los enfosqué y los impermeabilizé con Sika. 

















 Introduje algunas piedras limpias de la zona para protección de los alevines, la fauna y sujección de algunas plantas acuáticas.






















Se llenó de agua y, tras comprobar su estanqueidad, empecé a decorar y preparar el entorno.




















 Coloqué las traviesas que servirán de soporte para el sombraje.

Los veranos son crueles en estos parajes, sobre todo para plantas acuáticas y de rivera.











 Después coloqué las plantas acuáticas (palustres, sumergidas y flotantes).

Introduje algunos peces, elemento fundamental para tener controladas las larvas de mosquito y otros insectos acuáticos, así como algunas ranas.

También me agencié una fuente solar que servirá para oxigenar el agua.
 Terminado.

Cyperus Haspan (papiro enano) y equisetum japonicum.























Ceratophyllum demersum (Cola de zorro). Sumergida y muy oxigenante .
























Hygrophila polysperma rosanervig.



















Trapa natans, ciperus alternifolius, phyllanthus fluitans y limnobium laevigatum.


Estoy esperando los que serán la estrella del estanque, unos cyperus papyrus (papiros egipcios).




















Farolillo solar para la atracción nocturna de insectos voladores, alimento de ranas y peces.





















Detalle de la fuente haciendo la función de cascada para oxigenar el agua y mantener a raya algas y bacterias.