Hoy me he dado cuenta de que los granados ya están moviendo sabia, probablemente desde hace algunos días, y la prueba evidente son esos pequeños brotes que empiezan a salir de sus ramas.
Como tengo algunos que dan granadas muy huesudas y con poca pulpa, lo que las hace poco atractivas para su consumo, el año pasado decidí talarlos y dejar un tallo inferior para que desarrollara e injertarlo este año con púas de otra variedad de más calidad.
Este es el momento idóneo para realizar el injerto, pero resulta que el tallo que dejé el año pasado ha desarrollado mucho y tiene un diámetro bastante considerable, por lo que he decidido practicarle un injerto de doble púa terminal.
Se trata de sacar dos púas de la variedad a injertar cuyo diámetro en conjunto equivalga al diámetro del patrón o portainjerto.
Hay que tener en cuenta que cuando se está injertando es muy importante realizar cortes limpios y, por tanto, tener navaja o cuchillo que corte bien.
Biselamos las púas por los dos lados de forma que queden simétricas y limpiamos la corteza de las partes que se van a tocar dentro de la hendidura.
El corte de ambas púas debe de ser de igual o aproximada longitud y de unos 4 o 5 cms.
Es muy importante que los cambiums de las púas coincidan con el cambium del patrón, que es por donde circula sa savia y se encarga de engordar cada año el tallo (digamos que el cambium es la capa verde que hay justo debajo de la marrón de la corteza). De esta forma se producirá una soldadura perfecta y el árbol desarrollará sin problemas.
Seguidamente ponemos la cinta aislante, cuanto más resistente mejor, ejerciendo presión al dar las vueltas para que los cambiums entren en contacto y no quede espacio para el aire.
Es importante también no dejar entradas para el agua de lluvia o el aire, aunque en este tipo de injerto tendríamos que utilizar algún tipo de pasta para injertos o cera, ya que entre las dos púas no se puede poner cinta. De todas formas, yo no pongo nada y, aun así, tengo un porcentaje bastante alto de éxitos.
No conviene dejar demasiadas yemas (ahora sí, eh G3) porque la unión entre patrón e injerto tardará algunos meses en estar completada y no podría abastecer de sabia a muchos tallos.
Por último, limpiar bien el patrón de posibles tallitos o yemas que puedan competir con el injerto.
En las dos imágenes siguientes se ve un injerto de púa simple sobre avellano. Como veis conviene buscar púas del mismo diámetro de la rama a injertar.
Es lo que yo hago.
HOLA TITE, TE AÑADO A SEGUIDORES, POR QUE A MI MADRE LE GUSTA VER TU BLOG
ResponderEliminarGracias, Fran, me gusta que me sigais.
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