miércoles, 6 de abril de 2011

MI GRAN HANDICAP

Es el gran problema de una finca que está situada en una colina.

Dalías es un valle en el que suelen entrar poco los vientos de poniente y levante, pero como vengan algo anortados o del norte directamente si que hacen daño.

Ya llevamos un par de días de viento de levante, que en la finca está pegando algo anortado y, concretamente, la noche pasada ha sido terrible.











Las moreras y los naranjos se están quedando sin hojas, las higueras las tienen marchitas, todo lo que está creciendo y tiene tallos nuevos se resiente mucho con el levante y estas altas temperaturas debido a la alta evapotranspiración y el azote del viento. Los algarrobos y los olivos lo notan menos.

Por ello he decidido dar un riego esta mañana a la viña y los frutales en crecimiento. De paso he aprovechado para aplicarles algo de microelementos, sulfáto amónico y, al final, un poco de ácido fosfórico. Este producto acidifica el suelo y favorece la absorción de los microelementos por las plantas y además el fósforo favorece el enraizamiento y la floración.









Cuando he llegado esta mañana el ánimo se me ha caido al suelo, como estas almendras , por eso no he hecho muchas fotos y me he ido rápido.

Si el viento se cortara radical, pudiera ser hasta bueno porque ha hecho un aclareo de todos los frutos cuajados hasta ahora, pero si sigue un par de días más me voy a quedar sin nada y los naranjos sin hojas.














La viña está situada en la ladera levantina del cerro por lo que el viento le pega de lleno, suerte que los tallos son aún bastante cortos y no ofrecen suficiente resistencia al viento como para quebrar, aunque alguno ya lo ha hecho.












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