La cuscuta o "barbas de capuchino" es una planta parásita que puede llegar a suponer una verdadera plaga en los lugares que coloniza.Yo recuerdo que la vi por primera vez hace unos treinta años parasitando todo un líneo de pimientos en el invernadero de mi padre. Tuvimos que limpiarlos bien con la mano para poder salvarlos.
Desde luego a simple vista, parece cualquier cosa menos una planta, ya que no tiene hojas, ni raices. Sólo tiene, según la observación que yo he hecho, tallos que son los pelillos largos que crecen buscando alimento y forman una verdadera tela de araña sobre la planta parasitada; y también tienen, si os fijais con detenimiento, una especie de florecillas que más tarde se convierten en las bolitas de semilla.
En nuestra finca ataca o intenta colonizar la zona que yo llamo de cerro, donde intento respetar, aunque con un cierto orden, la flora autóctona silvestre que en ella habita (ajedreas, tomillos, romeros, bojas, algunas orquídeas silvestres, un palaín, algunos mastranzos, inojos, algunas gramíneas y otras cuyo nombre desconozco. Sin embargo no he observado que parasite ningún árbol, se conforma con las herbáceas.
En esta imagen se puede ver parasitando a una boja (es como llamamos aquí a esta planta).
Ampliando esta otra imagen podreis ver los bultos que parecen ser la flores y que después se convertiran en semillas para ser esparcidas por el viento.
Los finos pelillos o tallos crecen buscando nuevas víctimas y cuando encuentran alguna susceptible de ser parasitada se pegan a sus tallos a modo de sanguijuelas subcionando la savia que circula por ellos. Por eso no necesitan hojas ya que seguramente viven de la sabia elaborada de la planta parasitada. En la imagen de abajo se puede ver la maraña (yo la llamo telaraña) de pelillos ya secos y soltando semilla que hay en esta ajedrea.
Para su control hay gente que utiliza herbicidas, tipo glifosato, pero esto supone eliminar también la planta huésped ya que se seca todo, incluso las raices.
Yo tengo otro remedio que es bastante agresivo, pero eficaz, que deja viva la parte subterránea de la planta e incluso los tallos principales. Como veís en la imagen se trata de quemarla (utilizo soplete) sobre todo dirigiendo la llama a la cuscuta, sus flores y semillas.
Aunque ahora se las puede ver creciendo y floreciendo debido a las temperaturas suaves que estamos teniendo, será esta primavera cuando vuelvan a aparecer, como es lógico, por la cantidad de semillas que hayan caido al suelo o por las que traiga el viento. Pero quemándolas, al menos una vez al año, se puede llevar controlada.
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