viernes, 14 de enero de 2011

UVA DEL BARCO EN ENERO

 Aquí la teneis, todavía colgada de sus sarmientos, a mediados de enero, y con un sabor estupendo (lástima que no podais saborearla a través de blog, pero tranquilos ya inventarán algún metodo los japoneses).

He quedado realmente sorprendido al descubrir que la Universidad de la Rioja está llevando a cabo un estudio de los genotipos parentales de esta variedad a partir de las variedades antiguas " no comerciales" presentes en la comarca y poblaciones cercanas del Valle del Andarax . No se muy bien que pretenden o buscan con ello, pero seguro que está relacionado con el vino.

Esta uva es conocida como " Uva de Ohanes " porque tuvo su origen en esta localidad del mismo nombre  a principios del siglo XIX como consecuencia de una hibridación entre la variedad Jaén y la de Rágol (información extraida de la página oficial de Ohanes : http://www.ohanes.net/index.html , muy interesante y divulgativa, por cierto).

He oido leyendas populares que hablan de un cura de dicha localidad que consiguió la variedad, seguramente a partir de la citada hibridación, y comprobando las bondades de la misma la propagó por el municipio y los colindantes. La mayor expansión de su cultivo la propició el mercado europeo (principalmente Reino Unido) con su demanda cada vez mayor hasta mediados del siglo XX, cuando los modernos sistemas de transporte hicieron que fuese superada por otras de mayor vistosidad. Debido a su gran resistencia al transporte y a su larga conservación llegó a ser la uva de mesa tardía más exportada de España. Además de cultivarse por todo el valle del Andarax, tuvo gran implantación en las vegas de Berja y Dalías e incluso en las zonas de regadío del Campo de Dalías. Se convirtió así en la base de la economía de todas estas zonas durante los siglos XIX y XX.

He oido contar muchas veces a mi madre como sus padres, con cuatro hijos, pagaban todo el consumo de comestibles y panadería de todo un año cuando cobraban la cosecha de uva de 2.000 m2, allá por el mes de noviembre o diciembre, e incluso algunos años les sobraba para comprarse algún vestidillo para pascuas. Es decir una familia de 6 personas comía todo el año con lo que producía unos escasos 10 celemines de tierra (igual que ahora vamos).

Yo tuve la suerte de trabajarla en sus postrimerías, los 3 o 4 últimos años hasta que se impusieron los invernaderos (en ellas vi por primera vez los famosos Frankliniella occidentalis, en racimos en flor). Porque era una verdadero placer estar debajo de un parral despampanando, amarrando racimos, podando, e incluso engarpando (polinizando) o recogiendo sarmientos, que para mí era lo más pesado.

Nuestros hijos no van a poder tener esas vivencias pero yo tengo plantado un buen ejemplar de muestra que todos los años nos da las uvas de nochevieja y, como podeis ver, incluso las de enero también, si los gorriones no levantan el papel para dar buena cuenta de ellas.

2 comentarios:

  1. Por eso son uvas del barco, por lo que duraban en su transporte en barril, acondicionadas con serrín a los entonces lejanos mercados del Reino Unido

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  2. Pero te puedo decir que me estraña que no siga teniendo aceptación por su sabor. Mira yo tengo más variedades de uva de mesa y no son gran cosa y además cuanto cortas un racimo a los dos dias está seco. Sin embargo esta uva la cortas, la cuelgas de una caña a la sombra, sin frigorífico siquiera, y dura la tira de tiempo. Además si la coges a partir de octubre tiene un sabor buenísimo.

    Pero ya se sabe que comemos más con los ojos que con la vista.

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